jueves, diciembre 15, 2005

De la muerte, la eutanasia, y otras reflexiones...

A la izquierda: 'Muerte y vida', de Gustav Klimt.

Como dije el otro día, hoy voy a hablar de la eutanasia, y mi opinión sobre ella, y no creo que sea posible hablar de la eutanasia, sin decir unas cuantas cosas sobre la muerte.

¿Es la muerte un don? Así lo pensaba San Francisco, y así lo piensa Tolkien también, cuando dice, en el Silmarillion, que la muerte es uno, o el mayor, no recuerdo bien, de los dones de Iluvátar a los hombres. Quien lo diría, viendo el miedo a la muerte que hay en nuestra cultura. Un día abordaré ese tema, pero no hoy.

Ya he dicho en otras entradas, o en algún comentario, que no tengo miedo a la muerte. Y puedo decir que es cierto; temo al dolor que la muerte puede causarme, y el dolor que puede causar a mis seres queridos, debido al vacío que dejaré en sus vidas, pero no temo a la muerte en sí misma, a lo que hay tras ella. Seguro que alguno dirá que eso es porque no la he experimentado de forma cercana, pero no tendré en cuenta tales comentarios hipotéticos, pues quien los hace seguro que no me conoce.

Al contrario que en otras entradas, hoy si voy a usar algunas citas, porque me son particularmente queridas.

"Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar"
Así rezan las dos primeras líneas dedicadas a la muerte del "Cántico de las criaturas", de San Francisco de Asís.

Y dice Jorge Manrique, en 'Coplas por la muerte de su padre':

Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.

Si la palabra 'eugenesia' tiene mala prensa, la palabra 'eutanasia' está asociada a una serie de conceptos nebulosos como 'derecho a una muerte digna', 'muerte compasiva', etc... que no intentaré desentrañar aquí, o no saldría nunca del zarzal en que me estoy metiendo.

Etimológicamente, 'eutanasia' significa 'buena muerte'. Es otro neologismo, neogriego concretamente, cuya primera aparición documentada, en lengua inglesa, tuvo lugar en 1606, lo que hace que sea un término bastante más antiguo que 'eugenesia'. Asociada a 'muerte compasiva', se usó por primera vez en 1869.

Dice el Diccionario de la Real Academia:
1. Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento, o sin él.
2. Med. Muerte sin sufrimiento físico.

La definición del DRAE, de escueta que es, se nos queda corta. De forma similar a la eugenesia, la eutanasia positiva es una acción, mientras que la negativa es una omisión de acción. Es decir, que si la eutanasia es positiva, se mata al moribundo, mientras que si es negativa, se le niegan aquellas acciones que podrían prolongar su agonía.

Yo soy eutanasta, es decir, partidario de la eutanasia. Ahora bien, mi definición de 'eutanasia' es idioléctica, es decir, personal, y no coincide con la del DRAE.

¿Qué es la buena muerte?
La buena muerte es aquella que llega como una amiga, que pone fin a los sufrimientos del cuerpo, de la mente y del alma. La buena muerte es aquella en que el moribundo muere en paz consigo mismo y con el mundo.

Yo he sido depresivo, y he tenido deseos de morir, en más de una ocasión, y siempre me ha retenido, entre muchas otras cosas, el miedo a la distanasia, al 'mal morir'.

¿Y tú, lector? ¿Cómo deseas que sea tu muerte?

3 comentarios:

Ibn Sina dijo...

Lo siento, Pablo, pero el enlace ha quedado cortado, y no puedo seguirlo. Envíamelo en un correo electrónico, si quieres.

Imperator dijo...

Yo he experimentado la muerte de forma cercana, directa y personal. Sigo sin tenerle miedo.

Respecto a cómo sea mi muerte, lo cierto es que me importa tres cojones. Cada vez dedico menos y menos tiempo a pensar en cosas que no puedo controlar ni afectar.

Ibn Sina dijo...

Un buen camino, si para tí es bueno, Imperator.