Maravilloso el discurso de Harold Pinter al recibir el premio Nobel de Literatura, discurso sobre el que Micerinos ha llamado mi atención a través de su bitácora, o blog, 'To be a friend'. Se lo recomiendo a todo el mundo.
Para hacer sencillos un par de términos complejos que voy a abordar en esta entrada, empezaré diciendo que, en lingüística, llamamos 'denotación' al significado nuclear de un término o expresión, y 'connotación' a los significados accesorios que ese término ha ido adquiriendo con el uso. Así, 'toro' es el macho de una serie de especies bovinas, entre ellas las razas vacunas de diversa índole, y los cebués, por ejemplo. Si cuando yo digo 'toro' tú piensas en Soberano o en Osborne, eso se debe a la connotación.
He dicho ésto, porque entre hoy y mañana voy a dar un esbozo de mi postura (que por otra parte, es posible que no le interese a nadie) sobre dos temas muy espinosos: la eugenesia y la eutanasia.
La palabra 'eugenesia' tiene muy mala prensa, desde la Segunda Guerra Mundial, debido a lo mucho que fue utilizada por los científicos, y me disculpen los científicos, del Tercer Reich. Etimológicamente, 'eugenesia' es un neologismo formado por el prefijo 'eu' y la raiz 'genesis', ambas griegas, y significa 'buen origen o buen nacimiento'. Término inventado por Francis Galton, la eugenesia se define, por el RAE, como 'aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana'.
La eugenesia tiene dos aspectos, llamados positivo y negativo, no por su carácter moral, sino por su carácter aditivo o sustractivo: así, la eugenesia es positiva si mejoramos las condiciones relativas a la génesis y el nacimiento, y negativa si eliminamos las condiciones perjudiciales, o sus resultados. En la práctica, la eugenesia positiva ha consistido, históricamente, en dar mejores alimentos a las embarazadas, cuidarlas, mejorar la higiene de los hospitales, darles apoyo psicológico, etc... y la negativa en esterilizar a las personas consideradas 'indeseables' y poner término a los embarazos inviables o, y la redundancia viene al caso, 'indeseables'.
Es por eso por lo que yo tengo muchos reparos a decir que soy 'eugenista', porque la gente (aquellos que entienden el término, claro), inmediatamente piensan en el Tercer Reich, y te miran con cara rara, si no te ponen verde inmediatamente. Pero yo explico los matices del término.
Soy eugenista: es decir, creo que es bueno que el parto y el embarazo sean fáciles, cómodos y saludables para la madre y el bebe o bebés, creo que es bueno cuidar de la alimentación de los seres humanos, y creo que es bueno echarle una mano a la naturaleza en determinadas situaciones. Ahora bien: no soy partidario de la esterilización de nadie por sus características físicas o mentales, ni de la interrupción de ningún embarazo por tales características (aquí nos metemos en el tema del aborto, así que antes de meterme más profundamente en el zarzal, me paro).
Próximamente, la eutanasia.
miércoles, diciembre 14, 2005
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4 comentarios:
Pablo:
Me gusta la palabra eugenesia. Es corta y eficaz; lo único es que a veces las palabras, como muchas otras cosas, cojen roña y óxido, y hay que limpiarlas. Atención prenatal y perinatal, la verdad, es bastante farragoso, ¿no crees?
Muy duro debe de ser lo que quieres comentarme, si prefieres hacerlo en privado. Te contestaré a tu dirección, y así podremos hablar.
Hal anta tatakal'lamu al 3arabiyatu?
:)
¿Estudiaste en la Escuela Oficial de Idiomas? Vaya, yo también, y sólo año y medio... ¿estabas en clase de Pilar?
Ejem.
Yo soy partidario de la eugenesia. Soy partidario de interrumpir el embarazo en caso de que se detecte de manera temprana una minusvalía o deficiencia que dificulte o imposibilite la vida autónoma del niño.
Dicho eso, también creo que si el niño nace, es cosa tuya y es tu responsabilidad. Tienes que quererlo como a cualquiera y dar lo máximo por él. Pero Rapun y yo estamos de acuerdo: si es posible interrumpir el embarazo de un niño con minusvalía sin riesgo para ella, lo haremos. Ya lo intentaremos otra vez.
Uno de los problemas más graves es:
¿Dónde trazamos la línea? ¿Qué es una minusvalía o deficiencia que dificulte o imposibilite la vida autónoma del niño?
Los casos extremos son fáciles, pero... ¿donde trazamos la línea?
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