jueves, diciembre 22, 2005

Hijos vagos y padres imbéciles.

Os pido perdón a todos, pero estoy triste y cabreado, así que necesito desahogarme.

Trabajo en una academia, cuyo nombre voy a ocultar para proteger a los inocentes. Tengo tres alumnos que son unos zotes, siendo educados. Bueno, tenía...
Como no daban palo al agua, y tenían unos exámenes claramente insuficientes, pues les he suspendido la evaluación.
Boletín de notas entregado el martes, incluida felicitación de Navidad, y consejos sobre como mejorar su rendimiento y aprobar la próxima evaluación.

¿Resultado? Los tres niñatos se han dado de baja en la academia, y yo he recibido un toque de advertencia por parte de la directora. Que si no se pueden perder tantos alumnos, que si hay que ser más flexible... ¿Más flexible? ¡Que demonios más flexible! Si no me han dado cancha ninguna y se pusieron en modo 'no-cooperativo' desde que el día 15 de Noviembre se les cruzaron a los tres amiguitos los cables (concretamente, parejita y amiga de la parte femenina de la parejita).

Al parecer, los padres han venido a dar de baja a sus hijos queridos, diciendo que... 'a mi hijo no le gusta el profesor', 'mi hija dice que explica cosas muy raras...' ¿Han venido a hablar conmigo, como recomendé en el boletín? Nooo, para qué... Han ido directamente a hablar con la directora, y yo tengo la intuición de que en Enero tendré que buscarme otro trabajo.
¿Cosas muy raras? Libro para preparar el First Certificate de Cambridge, adecuado a la edad de los niñatos: 16, según su DNI. Mental, posiblemente 5, porque me pedían que si no podíamos jugar en clase, y dar las explicaciones en español (cuando mi contrato especifica que debo dar la clase en inglés).

Así que... hoy me siento frustrado y cabreado a partes iguales. Jean Cocteau, que es un hombre maravilloso que escribió cosas maravillosas (por ejemplo, que el orgasmo siempre te deja un sabor amargo, porque siempre llega demasiado pronto y es demasiado breve), escribió dos novelas llamadas 'Los padres terribles' y 'Los niños terribles'. La primera no la he leído, pero la segunda se la recomiendo a todo el mundo... es sobre dos hermanos, hermano y hermana, adolescentes, que no quieren crecer, y viven juntos, enamorados incestuosamente, y haciéndose daño el uno al otro...
Así que, a imagen de Cocteau, me siento tentado de escribir 'Los niños vagos' y 'Los padres imbéciles'.

Por favor, si quereis compartir bilis o animarme un poco, dejad un mensaje.

martes, diciembre 20, 2005

Felices fiestas a todo el mundo.

Arriba: 'Fires of Advent', por The Alchemy Carta Ltd.

¡Feliz Navidad, Hannukah, Solsticio! ¡Próspero Año Nuevo! ¡Felices fiestas a todos! Los que podais estar con vuestras familias, estad con vuestras familias; los que podais estar con vuestros amigos, estar con vuestros amigos. Y sobre todo, disfrutad.

Si algo me hace apreciar la vida, es la certeza de que un día he de morir. Quizá por eso me gusta tanto Alchemy Gothic, y sus productos. Llevo desde que empezó Diciembre con ese bonito fondo de pantallas, 'Fires of Advent', y os invito a todos a que le echeis un ojo en su página oficial.

Por lo demás, desearos a todos y a todas lo mejor, que se cumplan vuestros deseos, y que 2006 sea, al menos, tan bueno como ha sido 2005. Yo me pasaré todas las fiestas en Madrid, escribiendo y trabajando, asi que... sois bienvenidos a contactar conmigo siempre que querais.

Besos y abrazos, y que cada uno coja lo que prefiera.

domingo, diciembre 18, 2005

De la fe.

Dice el Corán: "No hay coacción en religión" (2, 256)

Afirmaban Imperator y Equécrates, en el blog de Imperator, que se habían hecho trampas en los diálogos sobre religión y filósofía que se habían estado teniendo a lo largo de las últimas semanas, en ese y otros blogs. Trampas dialécticas y lógicas, apelaciones a la autoridad, ataques personales, etc...

Y debo decir, con dolor, que estoy de acuerdo con ellos, y que creo que es cierto. No levantaré mi dedo contra nadie, pues tal cosa no me parece correcta, pero creo que así ha sido.

Y ahora, hablaré yo.

La fe es un don. No es un derecho, ni algo a lo que se pueda llegar lógicamente. ¿Nunca habéis oído decir, a un mal cristiano, con cierto desprecio o arrogancia, 'Tú es que no tienes fe"?

No es lícito, creo, echar a nadie en cara su falta de fe, ni sentirse superior a nadie por tener algo que no nos hemos ganado, sino que nos ha sido dado. La fe sin obras está muerta, pero las obras sin fe... son posibles.

Y pueden llegar a ser la puerta que lleve a la fe, camino que en el otro sentido, es más difícil. Pues quien tiene una fe sin obras... poco hará con ella.

Dice San Pablo, en la primera carta a los Corintios:
13,1 Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.
13,2 Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy.
13,3 Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.
13,13 Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad.

Eso es lo que importa: de las virtudes cardinales, es decir, de la fe, la esperanza, y la caridad, también llamada amor, la mayor es la caridad.

Pues se puede obrar bien sin tener fe. Y si hemos de ser felices, aquí y tras la muerte, y hacer felices a los demás, aquí y tras la muerte... no miraremos por encima del hombro a nadie, pero menos aún a los que carecen de la fe que a nosotros nos ha sido regalada.

viernes, diciembre 16, 2005

Ibn Sina muestra su verdadero rostro

Bueno, pues tras reflexionar sobre ello, he decidido cambiar de nuevo mi avatar de Blogger. El motivo es que el sello de Avicena estaba en armonía con el nombre con que firmo este blog, pero la calidad del dibujo era deficiente, y se veía borroso. Por otra parte, siempre me ha gustado la imagen de Anzher, el caballero que veís a la izquierda, y que ya había sido mi avatar, bajo el nombre del Dr. Mortimer.

Así que, y ya definitivamente, me quedo con este avatar. Anzher, el Alquimista, en su identidad de Ibn Sina. Aquí a la izquierda podeis verme, en un retrato, alucinando ante el índice de imbecilidad de la especie humana, que parece incrementarse según pasan los años. Seguro que mi buen amigo Athair estaría de acuerdo conmigo; por otra parte, es posible que no haya más imbéciles, sino que se hayan vuelto más osados y sean más visibles que en otras épocas.

¿Alguna teoría al respecto?

Por supuesto, estos tests de Internet son absurdos...

Intrigado por haber encontrado un enlace curioso en el blog de Tindriel, he hecho un test llamado "What Dungeons and Dragons cartoon character are you?" y éste ha sido el resultado...

Venger, the Force of Evil
You are Venger, the Force of Evil. You have tons of
magic powers, ravening hordes of minions, and a
different Dark Tower in every corner of the
Realm. Life is good.

Which Dungeons and Dragons Cartoon Character Are You?

¿Hay alguien que me conozca y se crea ésto?

: )

jueves, diciembre 15, 2005

De la muerte, la eutanasia, y otras reflexiones...

A la izquierda: 'Muerte y vida', de Gustav Klimt.

Como dije el otro día, hoy voy a hablar de la eutanasia, y mi opinión sobre ella, y no creo que sea posible hablar de la eutanasia, sin decir unas cuantas cosas sobre la muerte.

¿Es la muerte un don? Así lo pensaba San Francisco, y así lo piensa Tolkien también, cuando dice, en el Silmarillion, que la muerte es uno, o el mayor, no recuerdo bien, de los dones de Iluvátar a los hombres. Quien lo diría, viendo el miedo a la muerte que hay en nuestra cultura. Un día abordaré ese tema, pero no hoy.

Ya he dicho en otras entradas, o en algún comentario, que no tengo miedo a la muerte. Y puedo decir que es cierto; temo al dolor que la muerte puede causarme, y el dolor que puede causar a mis seres queridos, debido al vacío que dejaré en sus vidas, pero no temo a la muerte en sí misma, a lo que hay tras ella. Seguro que alguno dirá que eso es porque no la he experimentado de forma cercana, pero no tendré en cuenta tales comentarios hipotéticos, pues quien los hace seguro que no me conoce.

Al contrario que en otras entradas, hoy si voy a usar algunas citas, porque me son particularmente queridas.

"Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar"
Así rezan las dos primeras líneas dedicadas a la muerte del "Cántico de las criaturas", de San Francisco de Asís.

Y dice Jorge Manrique, en 'Coplas por la muerte de su padre':

Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.

Si la palabra 'eugenesia' tiene mala prensa, la palabra 'eutanasia' está asociada a una serie de conceptos nebulosos como 'derecho a una muerte digna', 'muerte compasiva', etc... que no intentaré desentrañar aquí, o no saldría nunca del zarzal en que me estoy metiendo.

Etimológicamente, 'eutanasia' significa 'buena muerte'. Es otro neologismo, neogriego concretamente, cuya primera aparición documentada, en lengua inglesa, tuvo lugar en 1606, lo que hace que sea un término bastante más antiguo que 'eugenesia'. Asociada a 'muerte compasiva', se usó por primera vez en 1869.

Dice el Diccionario de la Real Academia:
1. Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento, o sin él.
2. Med. Muerte sin sufrimiento físico.

La definición del DRAE, de escueta que es, se nos queda corta. De forma similar a la eugenesia, la eutanasia positiva es una acción, mientras que la negativa es una omisión de acción. Es decir, que si la eutanasia es positiva, se mata al moribundo, mientras que si es negativa, se le niegan aquellas acciones que podrían prolongar su agonía.

Yo soy eutanasta, es decir, partidario de la eutanasia. Ahora bien, mi definición de 'eutanasia' es idioléctica, es decir, personal, y no coincide con la del DRAE.

¿Qué es la buena muerte?
La buena muerte es aquella que llega como una amiga, que pone fin a los sufrimientos del cuerpo, de la mente y del alma. La buena muerte es aquella en que el moribundo muere en paz consigo mismo y con el mundo.

Yo he sido depresivo, y he tenido deseos de morir, en más de una ocasión, y siempre me ha retenido, entre muchas otras cosas, el miedo a la distanasia, al 'mal morir'.

¿Y tú, lector? ¿Cómo deseas que sea tu muerte?

miércoles, diciembre 14, 2005

Connotación, denotación, y otros zarzales de la vida diaria.

Maravilloso el discurso de Harold Pinter al recibir el premio Nobel de Literatura, discurso sobre el que Micerinos ha llamado mi atención a través de su bitácora, o blog, 'To be a friend'. Se lo recomiendo a todo el mundo.

Para hacer sencillos un par de términos complejos que voy a abordar en esta entrada, empezaré diciendo que, en lingüística, llamamos 'denotación' al significado nuclear de un término o expresión, y 'connotación' a los significados accesorios que ese término ha ido adquiriendo con el uso. Así, 'toro' es el macho de una serie de especies bovinas, entre ellas las razas vacunas de diversa índole, y los cebués, por ejemplo. Si cuando yo digo 'toro' tú piensas en Soberano o en Osborne, eso se debe a la connotación.

He dicho ésto, porque entre hoy y mañana voy a dar un esbozo de mi postura (que por otra parte, es posible que no le interese a nadie) sobre dos temas muy espinosos: la eugenesia y la eutanasia.

La palabra 'eugenesia' tiene muy mala prensa, desde la Segunda Guerra Mundial, debido a lo mucho que fue utilizada por los científicos, y me disculpen los científicos, del Tercer Reich. Etimológicamente, 'eugenesia' es un neologismo formado por el prefijo 'eu' y la raiz 'genesis', ambas griegas, y significa 'buen origen o buen nacimiento'. Término inventado por Francis Galton, la eugenesia se define, por el RAE, como 'aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana'.

La eugenesia tiene dos aspectos, llamados positivo y negativo, no por su carácter moral, sino por su carácter aditivo o sustractivo: así, la eugenesia es positiva si mejoramos las condiciones relativas a la génesis y el nacimiento, y negativa si eliminamos las condiciones perjudiciales, o sus resultados. En la práctica, la eugenesia positiva ha consistido, históricamente, en dar mejores alimentos a las embarazadas, cuidarlas, mejorar la higiene de los hospitales, darles apoyo psicológico, etc... y la negativa en esterilizar a las personas consideradas 'indeseables' y poner término a los embarazos inviables o, y la redundancia viene al caso, 'indeseables'.

Es por eso por lo que yo tengo muchos reparos a decir que soy 'eugenista', porque la gente (aquellos que entienden el término, claro), inmediatamente piensan en el Tercer Reich, y te miran con cara rara, si no te ponen verde inmediatamente. Pero yo explico los matices del término.
Soy eugenista: es decir, creo que es bueno que el parto y el embarazo sean fáciles, cómodos y saludables para la madre y el bebe o bebés, creo que es bueno cuidar de la alimentación de los seres humanos, y creo que es bueno echarle una mano a la naturaleza en determinadas situaciones. Ahora bien: no soy partidario de la esterilización de nadie por sus características físicas o mentales, ni de la interrupción de ningún embarazo por tales características (aquí nos metemos en el tema del aborto, así que antes de meterme más profundamente en el zarzal, me paro).

Próximamente, la eutanasia.

jueves, diciembre 08, 2005

Galería de Arte: The Absinthians (Los bebedores de Absenta)


Bueno, no he podido resistirme a compartir con vosotros este dibujo, The Absinthians, propiedad original de The Alchemy Carta Ltd. y cuya versión original podeis admirar e incluso comprar en Alchemy Gothic

Como veis, el dibujo tiene trampa... :)

En cuanto al nombre, sería algo así como Los bebedores de Absenta o de Ajenjo, que tales son los nombres que recibe el licor de color verde que tan famoso fue a finales del siglo XIX y que algunos siguen consumiendo.

martes, diciembre 06, 2005

El camino del medio

Desde hace unos días se está desarrollando en los blogs de Imperator, Eleder y otros, un apasionado debate sobre religión, tema sobre el que yo creo que es arriesgado debatir, porque al ser algo muy importante para mucha gente, los debates tienden una tendencia a calentarse y convertirse en discusiones, en las que siempre hay alguien que sale herido.

Y yo soy partidario de que, en caso de duda, mejor no herir.

Sin embargo, me siento parte de ese debate, y por tanto, voy a escribir otra entrada. Sin embargo, debo de advertirte, lector de este Libro de la Curación, que no voy a usar datos, ni citas, ni referencias. Voy a hablar de experiencias y de opiniones propias, y puede que consideres que tales cosas no tienen valor. Tambien puede que creas que son muy valiosas, y quieras hacerlas tuyas. En ambos casos, que sepas que eres bienvenido: nadie te obliga a entrar en este lugar, y nadie te obliga a quedarte, pero tampoco te obliga nadie a marcharte. Yo no cuento estas cosas porque sean verdaderas, sino porque a mí me funcionan.

Dicho ésto, vamos allá.

Ya he dicho muchas veces que no soy ritualista; no hago ritos dedicados a ningún Dios, ni a Lo Divino, ni a Odín, Thor, Zeus o Jesucristo. Tengo la sospecha de que los ritos quedan muy bien narrativamente, pero que, a la larga, matan la fe.

Cuando rezo, hablo conmigo mismo, y hago lo posible por dividir mi mente en fragmentos y examinar la cuestión desde diversos puntos de vista. Mi mente no sólo está llena de engranajes, sino que también es como una telaraña.

Sé que quien habla y escucha y responde soy yo.
Creo que mis palabras no son, sin embargo, sólo para mí mismo.

No creo en la divinidad de Jesús: mi fe no es cristiana. Sin embargo, creo que Lo Divino habla a través de los hombres. Por tanto, admito que Jesús existió, y que fue un profeta. Los datos concretos de su vida y de sus enseñanzas son borrosos, y sujetos a discusión, pues no le conocí en persona, pero para mí esos detalles no son muy importantes.

No sé nada, con certeza, de la otra existencia; creo que será distinta a ésta, y que será mejor o peor, en base a como haya sido en la Tierra. Pero no vivo para el Más Allá, sino que vivo para el mundo, porque creo que ése es el motivo de que estemos aquí.

No admito que nadie tenga autoridad moral sobre mí, pues para eso tengo una moral y una razón. Admito guías, sugerencias, caminos, pero como ya dije en otra entrada, tenemos moral y razón para usarlas, y por tanto, debo de usarlas. No las someteré a nadie.

He aquí un primer esbozo de mi fe, lector.

¿Qué crees que soy?
¿Te importa?

A mí me importa, porque te lo estoy preguntando, pero tampoco pienses que voy a dejar de ser lo que soy sólo por un quítame allá esos comentarios.

lunes, diciembre 05, 2005

Nuevo avatar de Blogger.

Como he encontrado un sello editado en Argelia con un dibujo de Ibn Sina, el médico persa que inspiró el nombre con el que firmo este Libro de la Curación, he decidido cambiar de avatar, y dejar atrás al buen Dr. Mortimer, Mesias de Whitechapel.

Así pues, nuevo avatar de Blogger.

sábado, diciembre 03, 2005

Alquimia cinematográfica: Harry Potter y el Prisionero de Azkaban


Ayer por la noche fui a ver "Harry Potter y el Cáliz de Fuego"; me ahorraré los comentarios, porque no soy muy dado a hacer reseñas, pero aunque en general me gustó, sigo prefiriendo "El prisionero de Azkaban". Me parece más equilibrada, más fluida, posiblemente porque el libro es más corto, y cabe mejor en formato cinematográfico, que esta última entrega, que se queda coja con más de 150 minutos de duración.

A lo que iba: tuve cierta inspiración, y se me ocurrió escribir esta entrada, a la que he llamado Alquimia Cinematográfica, pero también podría ser Alquimia Literaria, que consiste en cambiar algún detalle, más o menos grande, de una historia, y debatir sobre el resultado.

En el caso de "El prisionero de Azkaban", he querido pensar que hubiera pasado si los Dementores hubieran sido presentados con una apariencia inusitada, y no tan... medieval. Me explico: uno de los rasgos medievales-fabulistas, de 'Harry Potter' como serie, es la conexión entre fealdad, o deformidad física, y maldad. Si analizais los libros con lupa, vereis que, excepciones aparte como Draco Malfoy, que es más malo que un dolor a pesar de ser bastante guapete, hay una cierta corriente subterranea que une 'bondad moral' y 'atractivo físico'.
Por ejemplo, Cedric Diggory, que no sólo es un dechado de virtudes, sino que además está bastante bueno.

Esa convención es, narrativamente, medieval, por no decir greco-latina. Se remonta a textos como El Cantar de Mio Cid, o La Chanson de Roland, en los que los malos no solo son aviesos y pérfidos, sino que encima son bastante feos.

Imaginaos, ahora, que los Dementores, en vez de tener esa apariencia tan clásica, que produce bastante inquietud, hubieran sido angélicos. Por ejemplo, que hubieran sido serafines, con seis alas de plumas blancas llenas de ojos, y vestidos con túnicas flotantes, argénteas y etéreas. No cambieis ningún detalle de su conducta o malicia, cambiad tan sólo su aspecto externo. Imaginad que en sus rostros armónicos, perfectos, por ejemplo como el del arcángel del 'Éxtasis de Santa Teresa', de Bernini, apareciera un destello de cruel placer al dar su beso.

¿No os parece que serían bastante más aterradores, o por lo menos, más inquietantes? La oscuridad asociada al mal puede que tenga algo primordial, y por eso es tan común en el arte, pero el mal asociado a la luz y a la belleza (salvo cuando se trata de presentar mujeres malvadas y hermosas que siempre son sometidas por el héroe) es algo que todavía produce bastantes resquemores.

¿Qué os parece? Espero vuestros comentarios.

jueves, diciembre 01, 2005

No soy ni teólogo, ni filósofo ni santo.

Pido a Imperator y a Eleder que me perdonen, pero no soy santo ni filósofo ni teólogo. Ésto lo digo porque es posible que alguien piense que no voy a seguir contribuyendo a su conversación, que es también mía porque también he contribuido a ella. Parafraseando a Shakespeare, y como ya dejé entrever en un comentario que colgué en el blog de Imperator, 'llena de engranajes está mi mente', y por lo tanto, chirría.

No pretendo crear escuela, ni llevar a nadie por ningún camino. La vía que yo seguí para llegar a ser Unitario, y el camino por el que considero que he llevado mi fe a ser una fe adulta, no una fe infantil, sólo me sirve a mí, y no creo que sea capaz de plasmarlo de forma que signifique para nadie lo que significó para mí. He de decir que temo desvirtuarlo a través de la palabra, y que algún que otro de mis lectores se quede con la idea de que soy un iluminado, un psicótico o algo peor.

Soy un creyente, pero en la Edad Media me hubieran quemado por hereje, y no reconozco a la religión en la que me eduqué, la religión cristiana católica, como la única y verdadera. Es más, no reconozco a ninguna religión como única y verdadera. Creo que todas son imágenes imperfectas de una luz perfecta, la Luz que emana de la Lámpara de Bronce. Para mas detalles sobre mi imaginería, siempre podéis consultar los archivos de este Kitab al Shifa, este Libro de la Curación.

Quizá termine como William Blake, construyendo mi propio sistema mitológico y engarzándolo a mi sistema moral, que yo creo que refleja, de forma imperfecta, pues humano soy y limitado es mi entendimiento, el sistema moral perfecto.

Quien sabe...