lunes, agosto 25, 2008

Hacer las paces con el pasado

Llevaba quince años sin volver al pueblo de mis padres. ¿Y por qué? me preguntaréis. Había varias razones, pero la fundamental, la razón principal, es que no quería enfrentarme al pasado y al futuro, a los recuerdos negativos y la necesidad de crear recuerdos positivos. Más allá de la oportunidad de volver a caminar por aquellos caminos, de dar una alegría a mis padres, de pasar unos días con ellos. Más allá de todo eso, estaba la necesidad de hacer las paces con el pasado.
Allí, en el pueblo de mis padres, están las tumbas de mis abuelas. No fuí a su funeral, al de ninguna de las dos, porque no quería que, la última vez que las viera, estuvieran muertas. Ahora he pasado de verlas vivas y llenas de energía a ver sus lápidas. Y me siento bien.
Allí, en el pueblo de mis padres, hay cuatro nichos vacíos; dos para mis padres, uno para mi hermana, y uno para mí. ¿He de volver allí, cuándo ya no quede nadie, sólo para recordarles ante un nicho vacío, cuando se hayan marchado y ya no estén conmigo? Quizá.
Las lágrimas son buenas a veces. Me siento bien, me siento liberado.

Sin Athair me hubiera costado mucho más hacerlo. Gracias; eres grande, eres verdaderamente grande. Eres de los mejores amigos que nadie podría desear tener.

4 comentarios:

katakraos dijo...

"Sólo cerrando las puertas hacia el pasado se abren las ventanas hacia el porvenir" No recuerdo de quién es la cita, pero no es mía...

Hay que enfrentarse a lo que nos ata en el pasado para poder volar hacia el futuro... estoy intentando practicar lo que predico :P

kartones dijo...

Me alegro de que te encuentres liberado... son muchos años de miedo que has vencido de un plumazo. Enhorabuena!

Ibn Sina dijo...

Vosotros también sois grandes, cada uno a su manera. Besos y abrazos.

Garbanza dijo...

Genial. Yo también debería hacer algunas paces con el pasado, pero aún no me atrevo a ciertas cosas. Quien sabe.
Muchos besos!