Tras finalizar la segunda lectura de "La estación de la calle Perdido", sigo diciendo que se lo recomiendo a todo el mundo.
Y ahora, a otra cosa:
Sigo leyendo "Nadan dos chicos"; no es nada fácil de leer, pero me gusta. Sin embargo, tiene un toque joyceano que no me acaba de convencer. Debo decir que me cuesta admitir "Patata tengo" (la famosa frase de Leopold Bloom en el Ulises de Joyce, al salir de su casa y preguntarse si lleva la llave encima) como una representación fiel del pensamiento humano. En todo caso, creo que el pensamiento, si no está estructurado gramaticalmente, es más similar a lo que ahora llamaríamos una red multimedia (que Joyce podría haber visualizado como una telaraña de elementos visuales y lingüísticos) que a las frases agramaticales tan del gusto del señor Joyce.
Por otra parte, Minotauro acaba de publicar, en su colección Pegasus, un libro de 1926 llamado "Entrebrumas". A primera vista, parece un clásico de fantasía campestre, del tipo que era popular a principios de siglo, sobre una ciudad construida cerca de una puerta entre el mundo de las hadas y nuestro mundo. La contraportada promete un 'maravilloso relato que combina la aventura, el suspense, la magia y la crítica a la sociedad burguesa'. Ya veremos.
Junto a 'Entrebrumas', he cogido de la biblioteca un manual llamado 'Feminismo para principiantes', que promete ser una historia/introducción al feminismo contemporáneo.
En otro orden de cosas, mi trabajo va bien, preparando exámenes para mis alumnos, y parece que las cosas vuelven a tomar un cauce más apolíneo/dionisíaco, y mi vida se aleja de Saturno/Cronos para volverse hacia Sol/Apolo y Baco/Dionisos.
He conocido a alguien con el que tengo buenas vibraciones.
lunes, noviembre 21, 2005
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