Ayer fui a la Casa del Libro, a recoger unos libros que necesito para mi trabajo de DEA (Diploma de Estudios Avanzados). Me había cargado de valor para pedirle al dependiente que se tomara un café conmigo... y cuando llegué, no estaba, precisamente porque acababa de salir a tomar café.
Mala fortuna donde las haya... pero en fin, otro día será.
miércoles, junio 29, 2005
lunes, junio 27, 2005
La lámpara de bronce
Hoy quiero compartir algo que para mí es muy importante, y que yo llamo la metáfora de la lampara de bronce. Athair, con quien la compartí el otro día, la encontró muy hermosa e interesante, y es por éso que hoy quiero ofrecérosla aquí. La metáfora de la lámpara de bronce tiene que ver con mis creencias religiosas, así que nadie diga que no os he avisado. Aún sabiendo que piso terreno resbaladizo, allá va...
Creo en Lo Divino, como ya dije el domingo. Pienso (que no creo; cuando hablo de religión, siempre uso el verbo 'creer' con el sentido de 'saber algo con certeza de fe, no de razón) que Lo Divino es una llama, o un diamante, dentro de una lámpara de bronce. La lámpara está llena de pequeños agujeros, que dejan pasar la luz. En cada agujero hay un ser humano, que mira hacia la luz a través del agujero, y sólo a través de él.
Así, cada uno vemos Lo Divino a través de nuestro propio agujero, y creemos que es como lo vemos, sin pensar que puede que lo veamos sólo sea una parte, y no el todo.
La metáfora en sí misma termina aquí; luego tiene ramificaciones, claro, pero creo que la belleza de la historia se preserva mejor si es breve. Como dice Baltasar Gracián, lo bueno si breve, dos veces bueno, y lo malo, si breve, menos malo.
Hasta pronto, viajeros. Si estáis cansados y agobiados... venid al Libro de la Curación, a ver que podemos hacer por vosotros.
Creo en Lo Divino, como ya dije el domingo. Pienso (que no creo; cuando hablo de religión, siempre uso el verbo 'creer' con el sentido de 'saber algo con certeza de fe, no de razón) que Lo Divino es una llama, o un diamante, dentro de una lámpara de bronce. La lámpara está llena de pequeños agujeros, que dejan pasar la luz. En cada agujero hay un ser humano, que mira hacia la luz a través del agujero, y sólo a través de él.
Así, cada uno vemos Lo Divino a través de nuestro propio agujero, y creemos que es como lo vemos, sin pensar que puede que lo veamos sólo sea una parte, y no el todo.
La metáfora en sí misma termina aquí; luego tiene ramificaciones, claro, pero creo que la belleza de la historia se preserva mejor si es breve. Como dice Baltasar Gracián, lo bueno si breve, dos veces bueno, y lo malo, si breve, menos malo.
Hasta pronto, viajeros. Si estáis cansados y agobiados... venid al Libro de la Curación, a ver que podemos hacer por vosotros.
domingo, junio 26, 2005
¿Quién soy yo?
Hace treinta años que nací en Madrid, y va para treinta y uno. Soy licenciado en Filología Inglesa por la Universidad Complutense, y me peleo con el Doctorado mientras trabajo dando clases a niños que no aprecian como deberían lo que tienen. Como Francis Bacon, he hecho de todo el conocimiento humano mi campo de interés, y siendo humano, creo que nada humano me es ajeno. Al contrario que muchos de mis colegas, no he dejado nunca de lado las ciencias, tanto aplicadas como exactas, y creo que no sólo soy capaz de entender cualquier discusión académica de nivel medio-bajo, fuera de mi especialidad, sino que también soy capaz de participar.
Me gustan la teología y la filosofía, así como la historia, aunque están fuera de mi campo profesional. Es por ello que he seguido con gran atención las conversaciones entre Athair, Tertulianus, Imperator y otros, aunque me ahorraré de hacer comentarios sobre ellas, pues creo que el momento de la discusión ha terminado, y que es hora de volvernos hacia otras cosas.
Sin embargo, si diré que me considero una persona religiosa. Más concretamente, soy Unitario. Creo que existe Lo Divino, y que Lo Divino ha proporcionado al hombre la razón y la fe, para que use de ambas para vivir con felicidad. Y aquí usaré una frase de San Agustín: "No es tarea de la fe decirnos como es el cielo, sino decirnos como debemos vivir para llegar a él".
Aquí, San Agustín juega con el doble sentido de la palabra 'cielo': cielo como firmamento, y cielo como el lugar en el que el dios cristiano reside, y con él las almas de los bienaventurados. Siempre me ha parecido una frase perfecta para iniciar una conversación sobre porque no hay, o no debería de haber, oposición entre ciencia y religión.
Y con ésto, por hoy, es suficiente.
Me gustan la teología y la filosofía, así como la historia, aunque están fuera de mi campo profesional. Es por ello que he seguido con gran atención las conversaciones entre Athair, Tertulianus, Imperator y otros, aunque me ahorraré de hacer comentarios sobre ellas, pues creo que el momento de la discusión ha terminado, y que es hora de volvernos hacia otras cosas.
Sin embargo, si diré que me considero una persona religiosa. Más concretamente, soy Unitario. Creo que existe Lo Divino, y que Lo Divino ha proporcionado al hombre la razón y la fe, para que use de ambas para vivir con felicidad. Y aquí usaré una frase de San Agustín: "No es tarea de la fe decirnos como es el cielo, sino decirnos como debemos vivir para llegar a él".
Aquí, San Agustín juega con el doble sentido de la palabra 'cielo': cielo como firmamento, y cielo como el lugar en el que el dios cristiano reside, y con él las almas de los bienaventurados. Siempre me ha parecido una frase perfecta para iniciar una conversación sobre porque no hay, o no debería de haber, oposición entre ciencia y religión.
Y con ésto, por hoy, es suficiente.
Bienvenidos al Libro de la Curación
Me siento honrado de que hayáis llegado hasta aquí. A partir de hoy, en este Blog llamado Kitab Al Shifa (El Libro de la Curación), yo -que he tomado el nombre del famoso médico Ibn Sina (Avicena)- plasmaré mis ideas, vivencias y pensamientos. He decir que me ha traído hasta este lugar el leer los blogs de dos estimados amigos, Athair y Tertulianus, y que a ellos van mis mejores deseos y bendiciones.
El nombre de mi blog, Kitab Al Shifa (El Libro de la Curación), es también el de la mayor obra de mi homónimo, Ibn Sina, también llamado Al-Sheikh Al-Rais (Líder entre los Sabios). Su libro pretendía contener todo el conocimiento necesario para procurar la salud del cuerpo, de la mente y del alma. Ah... el alma... Sin pretender igualar sus aspiraciones ni logros, este blog pretenderá confortar siempre, y no herir nunca.
Por favor, descansad aquí, y seguid camino, luego, en paz, bajo la luz.
El nombre de mi blog, Kitab Al Shifa (El Libro de la Curación), es también el de la mayor obra de mi homónimo, Ibn Sina, también llamado Al-Sheikh Al-Rais (Líder entre los Sabios). Su libro pretendía contener todo el conocimiento necesario para procurar la salud del cuerpo, de la mente y del alma. Ah... el alma... Sin pretender igualar sus aspiraciones ni logros, este blog pretenderá confortar siempre, y no herir nunca.
Por favor, descansad aquí, y seguid camino, luego, en paz, bajo la luz.
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