Escribo esta entrada a las 10:21 de la mañana, mucho más tranquilo. Si la hubiera escrito ayer, es posible que no hubierais reconocido mi mano, tantas eran las ganas que tenía de partir la cara a puñetazos a un imbécil que vino al trabajo a quejarse de cómo le doy a clases a su hijo.
No entraré en detalles sobre como es el niño en cuestión. Lo que me indignó fue la actitud del padre. ¿Por qué tantos padres se creen expertos en pedagogía y didáctica de la asignatura en cuestión con la que sus hijos tienen problemas? ¿Qué derecho tiene un padre a entrar de malos modos, a soltarme con cara de perro que lo que yo le hecho a su hijo no le parece didáctico?
Ayer sentía ira; hoy sólo siento desprecio. Hay personas que no deberían tener hijos.
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2 comentarios:
Cómo dijo alguien, "El gilipollas no solo nace gilipollas, sino que al crecer se reafirma en su gilipollez"
Hoy, en la clausura de las jornadas sobre educación de Injucam, Elena Martín (profesora de Psicología de la Educación en la UAM) decía que "a ver cuando deja todo el mundo de opinar sobre educación a la buena de dios, sin tener ni idea. Porque a un arquitecto a o aun médico no le discutimos así...".
Respira hondo :)
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