Una semana de cine.

Esta semana he estado muy liado, lo reconozco, con el LesGaiCinema 2008, que organiza desde hace ya trece años la Fundación Triángulo (es con estas cosas cuando me doy cuenta realmente de los años que llevo a cuestas; yo estuve presente en el nacimiento de la Fundación Triángulo). A lo largo de esta semana, me he tragado tres películas y tres documentales; haré un breve comentario de uno de los documentales, 'A Jihad for Love' (que tenía mucho interés en ver) y de las tres películas.

'A Jihad for Love' (Una Jihad de Amor):
El jueves ví 'A Jihad for Love', un documental sobre la vida de los homosexuales y lesbianas en los países musulmanes, y de los esfuerzos que unos y otras hacen por reconciliar, desde su vida personal o desde los textos sagrados, su vida y su fe. Excelente, 8/10.


Ayer, sábado, ví 'Breakfast with Scot', 'Were the World Mine' y 'Otto, or Up with Dead People'.

'Breakfast with Scot'(Desayuno con Scot):
Una divertida, quizá demasiado estereotipada, comedia sobre una pareja de profesionales gays que recibe, inesperadamente, la custodia temporal de un jovencito llamado Scot, al que le gustan los musicales y el maquillaje. 6/10


'Were the World Mine' (Si el mundo fuera mío):
Una película como no veía hace tiempo. Bella, agradable, con personajes sólidos a pesar de sus elementos de fantasía. Y, para los de mi generación, una interesante oportunidad para ver en la gran pantalla a una de las actrices que dejaron huella en "Twin Peaks". ¿Recordais a Nadine, que estaba obsesionada con las cortinas? Pues aquí podréis verla haciendo de profesora de literatura. Fascinante. 9/10


'Otto, or Up with Dead People' (Otto, o Viva la Gente Muerta):
Me encanta Bruce LaBruce, pero hay que reconocer que sus películas nunca dejan a nadie indiferente. O las amas o las odias. En este caso, yo la amo. Creo que es de lo mejor que ha hecho, y uno de sus trabajos más sólidos narrativamente. Pienso que todo el mundo debería echarle un ojo, a pesar de que incluye una película dentro de una película, puntos de cámara arriesgados y extrañas técnicas visuales como un personaje grabado en blanco y negro, con película falsamente envejecida, y que cada vez que habla provoca que se corte la imagen para que entre un cartel con su diálogo, como en las películas mudas. Sublime, pero no apto para todos los públicos. 8/10